La patronal de la construcción gallega se ve obligada a aplazar las elecciones ante la incapacidad de resolver la crisis tras la salida de Ourense el pasado 27 de diciembre, tal y como hizo Pontevedra dos años antes.
Pontevedra y Ourense reclaman que la presidencia de la federación sea rotatoria mientras que La Coruña mantiene su visión antidemocrática de una presidencia por turnos.
Así las cosas, se constituyó ayer 12 de enero, una gestora para reunificar la patronal y convocar elecciones en el primer semestre de este año.
El actual presidente de la Federación Gallega de la Construcción (FGC) y portavoz de la patronal coruñesa, Antón Arias, se opone con toda rotundidad a una presidencia por turnos a su juicio «antidemocrático».
Con la creación de la gestora se resuelve el tema del reingreso de Pontevedra solicitado antes de Navidad y que fue vetado por los constructores coruñeses al entender que podía crispar el proceso electoral en marcha. Ésta fue la decisión que provocó la salida de Ourense. Ahora, A Coruña ha accedido a retirar su candidatura y a abrir un nuevo plazo para la celebración de las elecciones.
En la gestora están Antón Arias y Alejandra Fontenla, por parte de A Coruña; Hipólito Trinidad y Manuel Mon, de Lugo, y un representante de la Cámara de Contratistas, Manuel Dios. La presidencia de la gestora la ocupará Hipólito Trinidad.
Los miembros de esta junta mostraron su intención de ver pronto unificada una patronal que empezó a dividirse en el 2003, cuando Ángel Fernández Presas anunció la salida de los constructores de Pontevedra de la FGC. En la actualidad, están fuera de la patronal gallega de la construcciópn las 200 empresas asociadas a APEC Pontevedra y las 182 que integran ACO Ourense. Dentro permanecen las 170 de Apecco-A Coruña y las 900 de Apec Lugo.
En el sector gallego de la construcción hay casi 2.000 sociedades cuyos volúmenes de ventas ascienden a 7.000 millones de euros.