Desde principios de la década de los 90 las empresas gallegas optan por instalarse en Portugal debido en gran medida a los precios y a las mejoras en las comunicaciones.
Así, en los últimos diez años se han habilitado ocho nuevos polígonos en el norte de Portugal, y se estima que en menos de 3 años habrá cerca de 300 empresas gallegas en esta zona.
En el primer polígono de Vilanova del los 300.000 metros cuadrados, el 85 pro ciento pertenece a empresas gallegas. Por ello, el concello decidió promover otro polígono de 350.000 metros cuadrados, de los que más del 90 por ciento está en manos gallegas. De hecho, un promotor privado ha decidido promover otro polígono del que antes de su apertura ya ha vendido cerca de 70 por ciento del suelo.
Pero Vilanova no es el único caso, ya que en el polígono de Valença cerca del 80 por ciento son empresas gallegas.
Otros polígonos con interés para Galicia son el de Viana do Castelo, 500.000 metros cuadrados, el de Mónaco, con 150.000 metros cuadrados, el de Paredes de Coura, con 300.000 metros cuadrados, el de Melgado, con 200.000 metros cuadrados, el de Ponte da Lima, con 300.000 metros cuadrados y el de Arcos de Valdevez, con 290.000 metros cuadrados.