La política de Pontevedra en lo que a suelo industrial se refiere, va a cambiar. En estos momentos en Pontevedra hay cerca de tres millones de metros cuadrados de suelo, a lo que hay que restar la superficie de Ence y Tafisa si definitivamente se efectúa su traslado.
Por ello, Pontevedra no competirá con los grandes polígonos industriales de A Reigosa, en Ponte Caldelas, el de Barro-Meis, el de Poio o el de Marín.
Así, la línea de Pontevedra irá en otra dirección. La intención es crear una red de pequeños polígonos para industrias productivas. Uno de ellos se ubicaría en Marcón, y tendría una superficie de 50 hectáreas.
De la misma manera, se apuesta por las zonas periurbanas, en las que se crearía parque empresariales de escaparate.