Mientras en la comarca de Vigo se aplican remiendos a la falta de suelo industrial, las empresas gallegas continúan registrando un éxodo al país vecino, que tiene disponibilidad y ofrece sus terrenos en condiciones ventajosas, a cambio de que las empresas generen puestos de trabajo o revitalicen la zona.
En Monçao, Minho Park sigue la estela de los polígonos instalados en las proximidades de la frontera con Tui, y ofrece suelo industrial con capacidad para acoger 80 empresas.
Los parques del norte de Portugal están saturados de empresas gallegas que aprovecharon una agresiva política lanzada desde la ribera lusa y auspiciada por un histórico desfase en los precios por metro cuadrado y en la mano de obra.