Las empresas que se instalen en Sigüeiro tendrán que solicitar licencia de actividad

El ayuntamiento de Oroso ha decidido que sólo otorgará la licencia de construcción en el polígono de Sigüeiro a aquellas empresas que soliciten también la licencia de actividad.

Desde el propio ayuntamiento recuerdan que renunciaron a cerca del 10 por cierto de aprovechamiento lucrativo con el fin de que Sigüeiro fuera un polígono competitivo en cuanto a precio de suelo, con el fin de que se instalasen empresas productivas.

Pero esto no se está cumpliendo, ya que varias empresas que compraron suelo, cerca de 20 propiedades, no tienen intención de construir por ahora.

 En muchos de estos casos, el ayuntamiento considera que es especulación, por lo que pide a la Xunta que investigue estos casos y exija la devolución de las parcelas en caso de que sea especulación.

La Consellería recupera suelo en O Campiño

La Consellería de Vivenda e Solo tras hacer pública en numerosas ocasiones su política contra la especulación, ya ha empezado a ponerla en práctica.

Así, la Consellería recuperará la titularidad de 12 parcelas, que suman más de 21.000 metros cuadrados, en el polígono industrial de O Campiño, en Pontevedra, por la falta de actividad en las mismas.

Los propietarios de estas parcelas las han tenido paradas cuatro años, periodo en el cual muchos no han solicitado ni la licencia. Si en el plazo de diez días los propietarios no presentan un escrito explicando el porqué de esta situación, tendrán que retornar a la Consellería los terrenos al mismo precio por el que adquirieron el suelo.

Una vez Vivenda haya recuperado este suelo, podrá volver a ponerlo a la venta en las mismas condiciones, lo que supondría que se podría adquirir una parcela de 3.000 metros cuadrados por 540.000 euros.

Los propietarios de Morás podrán quedarse con el suelo

El presidente de Xestur, Luis Barcia, declaro en la reunión que mantuvo ayer con los afectados de las expropiaciones de Morás que aquellos propietarios que están pendientes de expropiación podrán quedarse con el suelo si tienen un proyecto empresarial para desarrollar en ese suelo.

En esta reunión, el presidente de Xestur también explicó que desde esta entidad tuvieron que rechazar varias propuestas por ser inviables, ya que muchos propietarios querían permutar su suelo por parcelas del polígono para comercializarlos ellos mismos, o querían que el polígono fuera urbanizado bajo fórmula de cooperación, ya que en muchos de estos caso es visible un afán de especulación.

Por ello, sólo se podrán quedar con los terrenos los propietarios que tengan un proyecto empresarial solvente. Este requisito también lo tendrán que cumplir aquellas empresas quieran comprar suelo por libre.

Las parcelas urbanizadas de Morás se comercializarán a 120 euros el metro cuadrado. Este precio contrasta con el justiprecio marcado por Xestur para la expropiación forzosa es de 11 euros metro cuadrado, lo que incomoda profundamente a los propietarios de las fincas.

La ocupación de Área 33 se duplica

Xestur Pontevedra estima que actualmente la ocupación del polígono de Área 33, en Silleda, es del 90 por ciento, duplicando su ocupación desde noviembre de 2005.

Esta ocupación es en gran medida fruto de la política de la Xunta, que persigue la corrupción, ya que la Xunta avisó de que revocarían el contrato de las empresas que incumplieran el plazo de inicio de la construcción de las naves.

Pese a estas medidas, todavía hay empresas que han superado el plazo indicado para la construcción de las naves y todavía no han empezado las obras. En estos casos Emilio Quintillán, gerente de Xestur Pontevedra, está manteniendo negociaciones con estos propietarios para recuperar el suelo y ponerlo de nuevo a la venta junto con la nueva fase.

La Xunta intenta erradicar la especulación en terreno público

La Consellería de Vivenda e Solo aplicará en los polígonos de Plisán, Mos y A Reigosa, los tres en la provincia de Pontevedra, las nuevas medidas de la Xunta para evitar la especulación.

Así, la Xunta obligará a los compradores de las parcelas a pedir la licencia en el plazo de un año, y a construir la nave en menos de tres años. En caso de que no se cumplan estos requisitos la Consellería de Vivenda recuperará las parcelas con el precio original, y una penalización del 20 por ciento.

Para la adjudicación de las parcelas se valorarán aspectos como la actividad, la oferta económica o la iniciativa de jóvenes empresarios.

Cerca del cuarenta y cuatro por ciento de las parcelas construidas en los últimos dieciséis años están vacías, y una gran parte de ellas fueron adquiridas con la idea de revenderlas.

No obstante la Xunta intentará crear en los próximos ocho años cera de 20 millones de metros cuadrados para dar salida a la demanda existente en Ferrol, A Coruña, Santiago y Vigo.

Penalizaciones para las empresas que construyan en el plazo indicado

La Consellería de Vivenda e Solo ha tomado una vez más medidas contra la especulación, por ello penalizará a aquellas empresas que hayan adquirido suelo empresarial y se demoren en la construcción.

El plazo para construir la nave será de tres años, una vez pasado el plazo si no se ha empezado a construir, se revertirá la parcela con un 20 por ciento de penalización. Esta medida será una cláusula obligatoria en los contratos e compra-venta que realice la Xunta.

Sin embargo, esta no es la única causa en la que se llevará a cabo la reversión con el 20 por ciento de penalización, ya que la Consellería recoge dos casos más.

En primer lugar, se aplicará esta medida en aquellos casos en los que no se solicite la licencia de obra como máximo en un año. Deberá remitirse a la Consellería una copia de la solicitud en un plazo de 15 días, así como una copia de la resolución.

En segundo lugar se llevará a cabo esta sanción en los casos en los que la empresa no dedique la empresa en la parcela adquirida a la actividad por la cual se le adjudicó la misma.

No obstante, la Consellería de Vivenda e Solo se reserva el derecho de tanteo y retracto durante 10 años, en los que tendrá derecho de compra preferente al precio inicial de la parcela. Este derecho se derogará en el momento en el que la empresa presente la licencia de actividad definitiva y el comprador original haya solicitado la autorización previamente en la Consellería y garantice que el nuevo adquiriente acepta las condiciones del contrato inicial.

Se dispara la oferta de naves

Las medidas de la Xunta referentes a suelo industrial, tienen consecuencias. La Xunta ha decidido penalizar a los propietarios que tengan las parcelas retenidas a la vez que ha prohibido revender esas parcelas.

Como consecuencia, ha aumentado la construcción de naves en estos casos y su posterior puesta en venta o alquiler.

Esta iniciativa sigue la línea de la Xunta de evitar en la medida de lo posible la especulación. Como ejemplo de esta política está la medida de penalizar con el 10 por ciento la reversión de una parcela.

Para la Xunta que las parcelas estén libres no sólo es culpa de la especulación, sino que parte de culpa es de la mala ubicación de los polígonos, que los hace poco atractivos para los empresarios.

La ocupación será un requisito imprescindible para adquirir suelo

La Consellería de Vivenda e Solo pondrá en marcha nuevas medidas para la ocupación del suelo. Así, los contratos de compra-venta de suelo industrial en Galicia deberán garantizar que el suelo albergará algún tipo de empresa a corto plazo.

El objetivo de la Consellería es frenar la especulación que de un tiempo a esta parte está sufriendo el sector, mientras se da uso a los terrenos que están sin ocupar en los polígonos.

Cerca del 44 por ciento de las parcelas que se construyeron en los 16 últimos años están vacías. Con la ocupación de estas parcelas, en la Consellería están convencidos de que se aumentaría la productividad.

Especulación en Espiñeira

La Consellería de Industria va a recurrir a la expropiación para poder desbloquear la ampliación del polígono industrial de Espiñeira. Con esta medida, se pretende que el suelo de la segunda fase se pueda ofertar lo antes posible.

En las últimas semanas, está proliferando la compra de parcelas destinadas a la segunda fase de Espiñeira con fines exclusivamente especulativos. De la misma manera, muchos propietarios que en un principio aceptaron los 6 euros por metro cuadrado que les ofertaban, se han echado para atrás y rechazan la oferta.

Para evitar que las empresas compren las parcelas y no edifiquen, como pasa con muchos casos de la primera fase, el ayuntamiento de Boiro pretende establecer un plazo para que los futuros titulares del suelo construyan la nave, y propone firmar una cláusula para que las parcelas sólo puedan ser adquiridas por empresas que acrediten que dedicarán el terreno a una finalidad relacionada con la actividad industrial.

Los empresarios por su parte, aprovecharon para quejarse de la deficiencia de algunos servicios como el agua, la electricidad o la señalización.

El frenazo a la especulación industrial se producirá en la autovía A-52

La autovía Vigo Ourense A-52 se está convirtiendo en una zona de implantación de nuevas áreas industriales aprovechando la vía de comunicación directa existente y la escasez de suelo industrial en Vigo.

Los alcaldes de varios municipios ya han empezado a mover los hilos necesarios para ofertar suelo industrial en sus municipios, recalificando grandes superficies rurales que pueden suponer el despegue industrial de muchos de los considerados municipios de la Galicia interior.

Igualmente, promotores privados e intermediarios empiezan a ofrecer suelo, en algunos casos tan sólo se trata de proyectos o declaraciones de intenciones, para atraer la altísima demanda que no encuentra espacio en las ya saturadas zonas industriales de Vigo y alrededores, sacudidas además por la especulación sin medida que ha llevado en apenas cuatro años a multiplicar por cinco, seis e incluso siete veces el valor del suelo industrial.

Los estudios realizados por Galicia Naves, señalan un frenazo en seco del ascenso de los precios del suelo en un plazo estimado de dos años producido principalmente por la ampliación de la oferta en estos municipios que coincidirá con una cierta desaceleración de la economía.

Así mismo, los alquileres industriales sufrirán un descenso aún mayor dado que en muchos casos están en manos de inversores semiparticulares y pequeñas empresas que alquilan naves y pequeños almacenes aprovechando una situación provocada por una demanda no satisfecha que en algunos casos, como en el polígono de A Granxa en Porriño, se ve obligada a asumir precios de hasta 12 euros metro cuadrado por mes, lo que supone una sobrevaloración de un 300% con respecto a la media de zonas similares en el resto de España.

Desde Galicia Naves se ha constatado la existencia de promociones industriales que arrojan márgenes brutos superiores al 60%, principalmente mininaves no superiores a 400 o 500 metros cuadrados, en la mayoría de los casos fuera de polígonos y con accesos inadecuados, que constituyen igualmente un mercado temporal derivado de la necesidad de suelo y que tendrá sus días contados con el efecto dominó provocado por los nuevos polígonos previstos en varias decenas de municipios de la provincia de Pontevedra.